Mujeres por la Independencia de México

La generalizada perspectiva que se tiene del movimiento sobre la Independencia de México encabezado por don Miguel Hidalgo, es que sus protagonistas pertenecen, si no exclusivamente, sí de una manera abrumadora, a los individuos del género masculino.

Frente a esta visión que se considera tradicional, es bien sabido que la corregidora de Querétaro, doña Josefa Ortiz de Domínguez, tuvo una participación esencial en la etapa previa al estallido libertador, es decir, en la conspiración que desembocó en el Grito de Dolores, el cual presagió la abolición de un mundo colonial hasta entonces blindado por la estabilidad secular y la prosperidad que la riqueza argentífera de sus entrañas propiciaba en favor de la Corona española.

También sobresale en el contexto del cambio que se fraguó al calor de la invasión napoleónica en España, la resuelta presencia de Leona Vicario, en abierto desafío a las tesis pro-virreinales que sustentaba su tío y tutor, el doctor Agustín Pomposo Fernández de San Salvador, tesonero propagandista de las ideas contra las cuales se levantó la audaz joven.

Pero los hechos en que participaron ambas heroínas no son fenómenos aislados en la gran epopeya de la insurgencia, pues existen abundantes testimonios que nos prueban el concurso de un sinnúmero de mujeres que en forma individual o al lado de sus hermanos, padres o esposos, arrostraron los peligros inherentes a una contienda que en determinado momento alcanzó niveles de máxima pugnacidad y violencia, aunque de ordinario mostrando un bajo perfil que hasta ahora las ha mantenido dentro de una discreta penumbra.

En la presente investigación, valiéndonos de papeles compilados sobre todo por don Genaro García y don Juan E. Hernández y Dávalos, aparecen los rostros agraciados y gallardos de quienes en determinados trances se incorporaron al proceso de liberación nacional detonado por Hidalgo, a menudo en la inteligencia de que estaban expuestas a sufrir las consecuencias de su sorprendente desafío.